miércoles, 5 de septiembre de 2007

TORTILLA DE PATATAS


La tortilla de patatas es el amén de la cocina cotidiana, despues de los huevos con patatas, claro. Cada uno y cada cual la hace a su manera, con lo que no valen las recetas "ortodoxas".

Voy a contar cómo la hago yo, desde que el microondas hizo la revolución cultural en mi cocina sin querer (ni él ni yo), y la cocina de inducción me hizo la vida más fácil. No diría jamás que son "adelantos", pero sí regalan tiempo, y quitando unos minutos de aquí y otros de allá, a veces consigo que me quede tiempo para ponerme una mascarilla de yoghourt, o para escribir post de cocina y tal.

De entrada digo que es mejor hacer tortillas pequeñas; si hay gente que se las vaya a comer se hacen dos o tres, pero mejor de sartén pequeña-mediana, que no hay muñecas que aguanten dar la vuelta a al tortilla propiamente dicha, con una sartén grande.

4 patatas grandes, o el equivalente en pequeñas.
3 huevos grandes, 4 si son pequeños.

1 cebolla dulce (que no sea de las que pican, las cebollas son una historia y mejor conocerlas)
1 diente de ajo (esto sí que es un secreto de cocina, ya lo veréis y lo gustaréis)

Las patatas peladas y cortadas en rodajas, las cebollas cortadas a "pluma", y el diente de ajo en lonchitas finísimas, se ponen en un recipiente de cristal apto para microondas, cubiertas de aceite de girasol. Se tapa el bol y se pone en el micro durante 10 minutos. Se le echa un ojo y se le da la vuelta a las patatas, suavemente, con cuidadito, entre otras cosas porque quema del carayo. Se pone a dar vueltas otros 10 minutos, y ya. No hay proceso más límpio que éste.

Se baten los 3-4 huevos, metiéndoles aire, y se añade la sal, -se prueba, si no se sabe calcular- suficiente para el huevo y para las patatas.

Se añaden las patatas ya hechas, y se mezcla todo, con delicadeza suficiente pa no hacer un puré, -las patas están blandas y calientes-, y cuajan el huevo sobre la marcha.

Se prepara la sartén calentándola primero como para plancha. Cuando esté bien caliente, se mancha el fondo con aceite de oliva, y cuándo éste haya cogido temperatura, se vierte toda la mezcla en la sartén, y se menea con gracia y decisión, en círculo, para que la tortilla no se pegue al fondo. Cuándo el huevo empiece a estar bien cuajado, y la solidez evidente permita dar la vuelta, se tapa la sartén con un plato que permita "recibir" a toda la tortilla, y en dos movimientos -voltear-volver a la sartén- se coloca del lado más crudo, para que termine de cuajar, y se deja un par de minutos, apagándo la lumbre, si es eléctrica, para que se termine de hacer con el calor residual. En unos minutos, se saca para servir.

La tortilla de patatas puede ser acompañante o acompañada. Está muy rica con salmorejo y jamón serrano, y vinito blanco de aguja (en verano, por lo menos).



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